Desde el año 2012, en Gestoscout venimos alertando sobre el peligro silencioso del monóxido de carbono y la importancia de la prevención en los hogares. Nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de las familias sigue vigente, especialmente en los meses de frío.
Como scouts, sabemos que el cuidado empieza en casa. Cada uno de nosotros puede y debe ser ejemplo, protegiendo a quienes más queremos y difundiendo estos consejos en nuestra comunidad.
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, aumenta el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono en los hogares. Este gas es invisible, inodoro y altamente peligroso, ya que puede provocar síntomas leves como dolor de cabeza y mareos, hasta consecuencias fatales si no se detecta a tiempo.
La mejor forma de prevenir la intoxicación por monóxido de carbono es asegurando una correcta ventilación en todos los ambientes donde haya artefactos a gas, estufas, calefactores o braseros. Abrir las ventanas al menos 5 centímetros es suficiente para permitir el ingreso de aire fresco y evitar la acumulación de este gas silencioso.

Consejos clave para prevenir el monóxido de carbono
- Ventilá todos los ambientes, incluso en los días más fríos.
- No tapes ni obstruyas las rejillas de ventilación.
- Hacé revisar periódicamente los artefactos a gas por un gasista matriculado.
- No utilices el horno ni las hornallas para calefaccionar ambientes.
- Verificá que la llama de los artefactos sea siempre azul.
- Ante síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas o somnolencia, abrí puertas y ventanas y consultá a un médico de inmediato.
Recordá: abrir las ventanas solo 5 centímetros puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La prevención está en tus manos.
Notas que te pueden interesar