5 centímetros

5 centímetros: La diferencia entre la vida y la muerte

5 (cinco) centímetros pueden parecer insignificantes, pero en invierno, esa mínima abertura en una ventana puede ser la barrera vital contra el monóxido de carbono, un enemigo invisible, inodoro y letal.
Durante los meses fríos, el uso de estufas, calefactores y braseros se multiplica. Sin embargo, la falta de ventilación adecuada en los ambientes cerrados puede provocar la acumulación de monóxido de carbono, un gas tóxico que cada año se cobra la vida de miles de personas en todo el mundo.

monóxido de carbono

Este gas no avisa. No tiene color, no huele y no se siente. Simplemente invade el ambiente y comienza a desplazar el oxígeno en el cuerpo. En minutos, puede causar mareos, pérdida de conciencia e incluso la muerte. Y lo peor es que muchas de estas tragedias podrían evitarse con una acción simple: abrir al menos 5 centímetros una ventana o una puerta para permitir la ventilación.

5 centímetros salvan vidas.

Tan simple como eso. No se trata solo de prevención, se trata de conciencia y responsabilidad. De proteger a quienes amamos, especialmente a niños, personas mayores o con enfermedades respiratorias.

Señales de intoxicación por monóxido de carbono:

  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Somnolencia
  • Vómitos

Si estos síntomas aparecen en un ambiente cerrado y con calefacción encendida, sal inmediatamente al aire libre y busca asistencia médica.

Un gesto pequeño que puede salvar tu vida

La campaña “5 centímetros” busca generar conciencia sobre un gesto tan sencillo como eficaz. Abrir una ventana puede ser la diferencia entre despertar o no al día siguiente. En época invernal, no te confíes. El monóxido de carbono no da segundas oportunidades.